Si alguna vez llegas a ir a India, no vayas a Varanasi como el primer lugar que visites. Absolutamente no.
India es como su comida. Extraña en un principio, difícil de entender para el paladar y compleja de masticar cuando todos esos sabores empiezan a explotar en la boca. Pero imposible probar un poco y no querer más.
Varanasi es el plato fuerte de India. Es como cuando el cardamomo, el curry, el gengibre, la canela y el azafrán revientan en un universo de mil sabores.
Varanasi es un canto sobre la vida y la muerte. Todo junto, todo al mismo tiempo.